26 julio, 2024

Criticar a Bordalás

Descubrí a Bordalás el año que el Getafe volvió a Primera división la temporada 17/18. El Valencia de Marcelino había empezado pletórico; sin derrotas en la jornada 13º después de empatar en Mestalla contra el Barcelona. Lucha por el liderato.

En la siguiente jornada el Valencia cayó derrotado en Getafe 1-0 jugando más de una hora con un jugador más. Parejo se quejó del césped y twitter Valencia clamó contra el antifútbol de los madrileños. El Getafe lo celebró por todo lo alto.

¿Quién era ese tal Bordalás? Realicé una búsqueda rápida por Internet: un entrenador ganador. La media de puntos conseguida en todos sus equipos era alucinante. Varios ascensos pero sin oportunidad en Primera división.

Me flipaba ese Getafe. Y no porque se tiraban al suelo, perdían tiempo y Damian Suárez era el jugador más odiado de Primera división. Sino porque era un equipo técnicamente limitado que Bordalás había conseguido que fuese extremadamente competitivo. Visitar el Coliseum Alfonso Pérez se convirtió en un auténtico dolor de cabeza para todos los equipos.

¿Cómo? Una presión altísima que permitía recuperar muy cerca de la portería rival. No necesitas crear cuando después de recuperar el balón solo necesitas tres toques para marcar gol. Mi ideal de fútbol. La escuela alemana llevada a la práctica en un recién ascendido a Primera división.

Salvando las distancias, el estilo de Bordalás es lo más cercano que tenemos en la Liga española a la escuela alemana que domina actualmente el fútbol europeo (Klopp, Tuchel, Rangnick).

Y repito, salvando las distancias, ya que Bordalás no ha sido capaz de ofrecer mucho más que balones largos en ataque.

En el Leipzig de los 75 goles que marcamos más del 60% los anotamos tras recuperar el balón en los diez segundos previos.

El Getafe de Bordalás era de los equipos de la Liga española con menos pases y acciones ofensivas del campeonato, pero las recuperaciones en campo contrario suplía la falta de juego y eran una de las mejores defensas del campeonato.

Pero no hay nada de eso en el Valencia de Bordalás.

El Valencia no sabe defender en su área.
El Valencia no sabe presionar y buscar segunda jugada tras balón largo.
El Valencia no defiende bien el balón parado.
El Valencia es el 4º equipo más goleado de Primera divisón. Solo los tres equipos en descenso tienen peor registro.
En ataque es incapaz de generar juego en estático. No sabe dar tres pases por dentro en campo rival.
Tampoco genera peligro a balón parado y sus contraataques dan pena.

Sin todas las cosas buenas del estilo de Bordalás nos queda lo malo del Getafe: perder tiempo e interrumpir el juego. El otro fútbol; o el antifútbol, como desde Valencia llamamos al Getafe los últimos años.

Por eso critico a Bordalás: porque sé de lo que es capaz.

Y míster, espero que siga dos temporadas más.